¿Cómo se pone un satélite en órbita?


Los satélites hoy en día se ponen en órbita integrándolos en un cohete o poniéndolo como carga en el Space Shuttle. Varios países y empresas de ámbito internacional, tienen la capacidad de lanzar cohetes y satélites de varias toneladas haciendo que orbiten de forma segura. Para la mayoría de los satélites que se ponen en la órbita, el método del lanzamiento de cohetes es considerado una de las principales vías, ya que consigue atravesar la parte más espesa de la atmósfera más fácilmente y minimiza mejor el gasto de combustible.
Después de que uno de estos dispositivos es lanzado al espacio, el mecanismo de control del cohete usa un sistema de guiado para calcular los ajustes necesarios para que el cohete siga el plan de vuelo. En muchos casos, el plan de vuelo le dice al cohete que se dirija al este, ya que la tierra rota en esta dirección, dándole al lanzamiento un empujón extra. La fuerza de esta ayuda adicional depende de la velocidad rotacional de la tierra en la localización del lanzamiento. Este impulso es más fuerte en el ecuador, donde la distancia alrededor de la tierra es más grande y la rotación más rápida.

¿Cómo de grande es este impulso desde el punto de lanzamiento del ecuador? Haciendo una estimación a grosso modo, podemos determinar la circunferencia de la tierra multiplicando su diámetro por pi, que son 3,14. El diámetro de la tierra es de aproximadamente 12,753 kilómetros, por lo que si lo multiplicamos por el número pi tendremos una circunferencia de unos 40,000 kilómetros. Para viajar alrededor de la circunferencia en 24 horas, un punto en la superficie de la tierra tiene que moverse a unos 1700 kilómetros por hora.

Un lanzamiento desde cabo Cañaveral, en Florida, no consigue todo el impulso de la velocidad rotacional de la tierra. El centro espacial Kennedy para lanzamientos, Complex 39-A, el cual es solo uno de sus recursos de lanzamiento, está localizado a 28 grados, 36 minutos en la latitud norte. La velocidad de la rotación de la tierra, es de unos 1400 kilómetros por hora. La diferencia de la superficie de la tierra entre el ecuador y el centro espacial Kennedy, es entonces de unos 230 kilómetros por hora. Hay que tener en cuenta que la tierra es algo oblicua – más ancha por el centro – no siendo una esfera perfecta. Por esa razón, nuestra estimación de la circunferencia de la tierra es algo más pequeña.
Considerando que los cohetes pueden ir a miles de kilómetros por hora, puede que te preguntes porque una diferencia de solo 230 kilómetros importa. La respuesta es que los cohetes, junto al combustible y sus accesorios, son muy pesados. Lleva una gran cantidad de energía acelerar una masa a 230 kph, y por tanto una gran cantidad de combustible. Hacer un lanzamiento desde el ecuador, marca una diferencia real y palpable.
Una vez que el cohete llega a una atmósfera más fina, que es sobre unos 200 kilómetros de la superficie, el sistema de navegación del cohete inicia a su vez otros cohetes más pequeños, con suficiente fuerza para poner el vehículo en una posición horizontal. El satélite es entonces liberado. En este punto, los cohetes se encienden de nuevo para asegurar alguna separación entre el vehículo de lanzamiento y el propio satélite.

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